RADIOFRECUENCIA

La radiofrecuencia facial es una técnica de medicina estética dirigida a tratar la laxitud de la piel, produce un efecto similar al lifting pero sin cirugía. Está especialmente enfocado para pieles que presentan flacidez y arrugas. Con ella trabajamos: la frente (levanta las cejas y tensa la piel), debajo de los ojos (engrosa la piel y tensa) y levanta las mejillas superior, disminuye los poros dilatados, la línea de la mandíbula (disminuye la flacide) y el cuello (la piel se tensa y disminuye las arrugas).

¿Quién puede usarla? Esta técnica está dirigida a todos aquellos hombres y mujeres que quieran mejorar el aspecto de su piel consiguiendo una apariencia más joven y firme, así como tratar la grasa que favorece el acné. Es un procedimiento no invasivo e indoloro, por lo que está recomendado a todas aquellas personas que quieran evitar otros procedimientos más agresivos.

¿En que consiste la radiofrecuencia facial?

Comenzaremos limpiando la piel y a continuación aplicaremos una emulsión conductora de las ondas y se procederá a masajear la zona con el aparato. Elegiremos el programa o nivel adecuado en función de la zona a tratar. También puede utilizarse, para mejorar los resultados obtenidos con otros tratamientos.
La temperatura de los tejidos más profundos de la piel se elevará, favoreciendo la estimulación de las células encargadas de producir el colágeno y elastina. De esta manera, se crean nuevas fibras de colágeno, que con el paso del tiempo se van deteriorando, y se consigue de nuevo firmeza y elasticidad en la piel. 

No tiene efectos secundarios, aunque puede aparecer un poco de enrojecimiento de la zona tratada por la temperatura del aparato que desaparecerá enseguida. Será necesario realizar más de una sesión para obtener los resultados deseados, el número dependerá del tipo de piel, edad y zona a tratar. Desde la primera sesión se podrá comenzar a notar los resultados que serán más evidentes al cabo de un mes. 
Cada sesión podrá durar entre 45-60 minutos.

¿Qué beneficios aporta?

  • Mejora de la definición del óvalo facial.
  • Disminuición de la flacidez del rostro y del cuello, consiguiendo una contracción en la piel y un efecto tensor.
  • Ayuda a eliminar las arrugas finas y las marcas de expresión.
  • Reduce la grasa eliminando la aparición de granos de acné.

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